Estaba cansado porque mi padre me había estado enseñando todo el día su trabajo así que cuando baje del pequeño barco de mi padre me tire a la arena de la playa y mi padre se rió y me pregunto si me quedaba en la playa, no le respondí pero supongo que lo dio por respondido porque se fue. Cerré los ojos.
De repente me di cuenta de que alguien estaba chillando y abrí los ojos entonces fue cuando la vi, se estaba ahogando. Que raro, en este distrito todos sabían nadar.
Corrí dentro del agua y empece a nadar hacia allí, cuando llegue la cogí por debajo de los hombres y me la lleve nadando hacia la orilla.
Le saque el agua de los pulmones y cuando abrió los ojos sonrió, era preciosa.
Yo le dije:
-Hola, ¿Como te llamas?- Le dije con una sonrisa.
-Annie, gracias por salvarme. Tu eres Finnick ¿No?- Me pregunto
-Si, ¿como sabes mi nombre?-
-Lo he oído por el distrito y a mis amigas-Atraía bastante a las chicas
-¿Como así no sabes nadar?- Le pregunte porque me parecía extraño.
-Mis padres hacen redes y no vieron importante enseñarme a nadar-Miro al cielo y yo vi que estaba oscureciendo así que me levante pero ella me cogió del brazo y me miro suplicando.
-Por favor, no quiero irme y no quiero quedarme sola. Por favor.- Decidí quedarme.
Hice una hoguera y nos quedamos hablando y mirando el horizonte toda la noche.
Desde aquel día ella y yo fuimos inseparables, yo me fui enamorando poco a poco de ella desde aquella tarde.
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